“No me quiere, simplemente no me quiere. Todo esto es una farsa. Trato de convencerme de ello, así será más fácil cuando esto al fin acabe. Es demasiado sincero lo que siento esta vez. Quisiera que no acabe jamás. A la vez deseo que jamás hubiera empezado, así no habría que sufrir después. Es demasiado real, demasiado real. Puedo ver dos realidades muy marcadas en esto que llamo “relación”.
La primera: es de verdad, cada palabra es verdad, y estoy realmente recibiendo lo que doy, Siente lo mismo que yo, Sufre igual que yo, Se siente como yo. Esto es muy de verdad, y jamás me haría pedazos el corazón como yo temo.
La segunda: esto es un chiste, estoy con una persona que no tiene nada que ver conmigo, que está totalmente fuera de mi alcance. ¿por qué entonces está conmigo? Por que así se fueron dando las cosas, no es por mí como persona en ningún sentido, sino para tapar ciertas otras cosas. En el fondo del asunto aparece algo en lo que yo no tengo nada que ver, algo o alguien contra quien jamás podría competir. Esa persona a la que nunca olvidó y a quien aún, y realmente ama.
Tal vez soy demasiado extremista. La realidad debe ser una mezcla entre lo que yo quiero ver. Tal vez hay sentimientos por mi, pero los verdaderos sentimientos están con... como sea, esto me mortifica, me pudre, probablemente sea algo parecido a los celos, solo que contra esto no puedo hacer nada.
Prefiero no decir las cosas por su nombre cuando se trata de hablar de mí, soy demasiado patética. Solo deseo desaparecer y librarme de la nada, de todos, y de mi misma...”
Si puedo pensar como tu, quizás esto se asemeja en algo a lo que en realidad sientes, en lo que alguna vez fue para ti, mi persona…
Pero no puedo pensar como tu, creer las cosas fueron, son y serán así para lo que alguna vez existió.
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